1. Entendemos que el abuso significa el uso cruel de poder o autoridad para dañar
emocional, física o sexualmente a otra persona.

2. Estamos en contra de todo tipo de abuso verbal, físico, o sexual.

3. Creemos que la enseñanza bíblica acerca de las relaciones entre hombres y
mujeres no apoya, sino condena el abuso. (Proverbios 12:18; Efesios 5:25-29;6:4; Colosenses 3:18; 1 Timoteo 3:3; Tito 1:7-8; 1 Pedro 3:7; 5:3).

4. Creemos que el abuso es pecado. Es destructivo y malo (perverso). El abuso es
la marca principal del diablo y está en oposición a los propósitos de Dios. el
abuso no debiera ser tolerado en la comunidad cristiana.

5. Creemos que la comunidad cristiana es responsable por el bienestar de sus
miembros. La comunidad cristiana tiene responsabilidad de confrontar
amorosamente a los que abusan y de proteger a los que son abusados.

6. Creemos que tanto los que abusan y los que son abusados, están en necesidad de
sanidad emocional y espiritual.

7. Creemos que Dios extiende sanidad a aquellos que lo buscan de corazón.

8. Confiamos plenamente en el poder del amor sanador de Dios para restaurar
relaciones fracturadas por el abuso, pero también entendemos que el
arrepentimiento, el perdón, la madurez, y la reconciliación es un proceso. Tanto
los abusadores como los que son abusados tienen necesidad de consejería y apoyo
continuo, además deben tener a alguien a quien dar cuentas.

9. En casos en que el abusador no se arrepiente y/o no está dispuesto a dar pasos
significativos hacia el cambio, creemos que la comunidad cristianan debe
responder con disciplina firme hacia el que abusa y con abogacía, apoyo, y
protección hacia la persona abusada.

10. Creemos que, por el poder del Espíritu de Dios, la comunidad cristiana puede ser
un instrumento del amor sanador de Dios hacia aquellos envueltos en relaciones
abusivas y un ejemplo de un buen matrimonio en un mundo fracturado y
quebrantado.

Declaración de “Abuso” del Concilio del Hombre y la Mujer Bíblicos. Fundado en 1987